Después de décadas de abandono, el Gobierno comienza la reconstrucción de la ENA para recuperar el prestigio que tuvo en las décadas de los 60 y 70. Con el Plan Maestro de Rescate Agropecuario se da paso a la mayor inversión para mejorar las instalaciones y la currícula, abriendo el camino a la creación del Centro de Educación e Investigación Agropecuaria (CEIA).
El Presidente Nayib Bukele, a través del Ministro de Agricultura y Ganadería, David Martínez, da prioridad al Plan Maestro de Rescate Agropecuario, iniciativa que fue diseñada con una visión integral que contempla la transformación y la modernización de la única institución pública especializada en la preparación técnica en agronomía de El Salvador, la Escuela Nacional de Agricultura (ENA).
Desde su fundación, el 28 de agosto de 1956, su prestigio surgió de la excelencia académica y de la rigurosa disciplina que convirtieron a la ENA en un referente regional en la educación agropecuaria; desde 1960 hasta finales 1970 fueron las épocas doradas de la Escuela, incluso se recibían a estudiantes de Guatemala, Honduras, Costa Rica y Panamá.
La guerra civil abrió paso al declive del sector agropecuario, y no fue diferente para la ENA. Como política pública del Estado, desde 1980, la importancia relativa del sector se perdió y se dejó de pensar en la preparación de los técnicos agrónomos.
Para los gobiernos anteriores la Escuela no fue prioridad; de hecho, durante el mandato del expresidente Alfredo Cristiani se privatizaría la ENA al compartir la administración con la Fundación Empresarial para el Desarrollo Educativo (Fepade), pero no la pudieron concretar. Sin embargo, en 1999, bajo el poder del expresidente Armando Calderón Sol, el ministro de Agricultura y Ganadería, Ricardo Quiñónez, firmó un convenio con la Fundación Agropecuaria de El Salvador (Fundagro) para cederles la coadministración de la Escuela durante un período de 50 años.
En este lapso de administración público-privada, específicamente en el año 2000, se cerró el proceso para nuevo ingreso y se especulaba que el presupuesto se utilizaría en becas para apoyar aspiraciones de la juventud, pero en detrimento de las instituciones salvadoreñas especializadas. Fundagro abandonó el convenio que se estableció y la administración volvió a ser de carácter pública.
Los gobiernos de Arena y del FMLN no incrementaron el presupuesto anual de la ENA; desde siempre, ha tenido asignados $3.3 millones, $2.3 de fondos GOES y un millón de fondos propios. Pese a las grandes necesidades y a que el 80-85% del presupuesto se destina para pago de salarios, desde hace 40 años no existe partida presupuestaria para mantenimiento de edificios.
Para cubrir las necesidades institucionales, la Escuela se apoya con proyectos de cooperación, donde aliados estratégicos han hecho posible la creación e instalación de modernas áreas para la preparación de los jóvenes estudiantes. Sin embargo, es con el Plan Maestro de Rescate Agropecuario que se da paso a la mayor inversión pública para la transformación y la modernización de la ENA, que abre el camino hacia la creación del Centro de Educación e Investigación Agropecuaria (CEIA).
Con una inversión histórica de más de 7 millones de dólares se dignificará la vida estudiantil y se darán las condiciones adecuadas para que los docentes y técnicos puedan formar a los mejores agrónomos; además, nos permitirá elevar la categoría de instituto técnico a instituto de nivel superior, ofreciendo carreras de ingeniería, maestrías y doctorados.
Bajo el liderazgo del Ministro David Martínez y la supervisión de la directora Odette Varela, hoy se da inicio al proyecto de transformación y modernización de la ENA con la rehabilitación y el suministro de mobiliario básico para siete edificios de dormitorio y uno de aulas y laboratorio.
Son más de 2 millones de dólares de cooperación internacional los que se ejecutarán en obras que incluyen el mejoramiento de los sistemas de acabados, techos, pisos, ventanería, puertas, instalaciones eléctricas, instalaciones hidráulicas, pintura, obras exteriores y jardinería/zonas verdes. Para el amueblamiento de dormitorios se proveerán camarotes, roperos dobles y mesas de trabajo con dos sillas para estudio; y para las aulas, mesas para profesores, pupitres y pizarras.
“Yo estaba emocionado por haber quedado en la Escuela, pero cuando vi los dormitorios y los baños me dio hasta asco, porque se ven insalubres. Realmente no se parecía a lo que nos imaginábamos, creo que fue así para todos. Hoy que se está viendo el trabajo y que no solo son palabras, sentimos mucha emoción. Tener mejores instalaciones y zonas para estudiar adecuadas nos permitirá mejorar nuestro rendimiento académico”, explicó Rafael Pintin, estudiante de primer año, originario de Atiquizaya, Ahuachapán.
Por su parte, Flor Villanueva, estudiante de segundo año, originaria de Santa Lucía, Cabañas, cuenta que se sintió frustrada cuando vio cómo estaban las habitaciones y los baños, que no tenían espacios dignos para estudiar dentro del edificio. “Se siente gran emoción al ver que de verdad nos van mejorar los espacios; me hubiera gustado que lo hicieran antes para haberlos disfrutado más. Pero me siento feliz por los demás que están estudiando y por los nuevos compañeros que van venir. Es satisfactorio saber que vamos a tener un ambiente más agradable, que serán baños limpios y cuartos adecuados”, expresó Villanueva.
Ambos estudiantes aseguran que con estas obras el compromiso de los alumnos debe ser más grande, porque cuidar las cosas, las herramientas, la maquinaria, los edificios garantizará que más promociones puedan disfrutar de estos cambios tan esperados. “Las cosas se deterioran con el paso de los años, pero debemos contribuir a cuidarlos. Somos responsables de cuidar todo, que al final es parte del legado que dejaremos en el proceso de aprendizaje”, añadió Flor Villanueva.
Como parte de la transformación y modernización se desarrollarán más acciones para dignificar a los estudiantes y a la planta de docentes y técnicos:
Para renovar la currícula, el Ministro David Martínez ha establecido alianzas estratégicas con la Universidad Wageningen de Holanda y con el MAAVi Innovation Center, el centro de investigación de Kimitec en Almería, España.
Con una nueva visión, la directora Odette Varela incorporará la investigación como eje transversal del método de enseñanza; por ello, a partir del próximo año, se van a desarrollar al menos tres investigaciones:
