Como parte de la transformación e innovación orientada a la enseñanza y al fortalecimiento de las capacidades de los estudiantes, técnicos y productores, la Escuela Nacional de Agricultura “Roberto Quiñonez” (ENA) ya cuenta con su primera planta de biorrefinería no energética para la producción de bioinsumos, la cual contribuirá a la nutrición complementaria de cultivos hortícolas bajo ambientes protegidos, a la reducción del impacto ambiental y a mejorar las condiciones microbiológicas del suelo.
“Antes no teníamos un área específica y veíamos ciertos temas en el área de agroecología, pero no teníamos una planta de biorrefinería no energética que se dedicara a la producción de biofertilizantes. Como estudiante nos beneficia mucho. Aprenderemos a realizar este tipo de proyectos o productos orgánicos, que a la larga vamos a implementar con los agricultores, ya sea en extensión o con asesoramiento técnico”, dijo el estudiante Juan Daniel Moz Avilés.
El Ministro de Agricultura y Ganadería, Óscar Guardado, junto al representante del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en El Salvador, Erick Quirós, y a la Directora General de la ENA, Odette Varela, recorrieron la planta de biorrefinería no energética instalada en el campus.
La biofábrica cuenta con un área de bodega, fermentación, mezclado y preparación, allí se obtienen biofertilizantes líquidos a través de materia prima, como estiércol fresco de bovinos y suero de leche, melaza de caña o piloncillo, agua natural sin cloro, sales minerales (sulfato de potasio, magnesio, calcio, zinc, manganeso, fosforo, hierro, boro, cobre y sodio).
“Nuestro Gobierno está trasformando la agricultura salvadoreña, implementando acciones resilientes. Esta fábrica de bioinsumos nos ayudará a producir alimentos sostenibles a la vez que cuidamos nuestros suelos”, aseguró el titular del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
“La iniciativa es un trabajo conjunto entre el MAG, IICA y estudiantes”, detalló la Directora de la ENA, quien explicó que la planta permitirá la generación de un modelo de economía circular con la transformación que ha tenido el área de trabajo, para el fortalecimiento de las Buenas Prácticas Agrícolas.
“El objetivo es producir nuestros propios bioinsumos líquidos, elaborados a partir de residuos de la actividad de ganadería de la escuela. Estos productos nos generarán ingresos económicos y serán parte de los productos de calidad Doña ENA”, dijo Varela.
Esta iniciativa forma parte de las acciones de cooperación técnica del IICA para impulsar el uso de los biofertilizantes, en el marco del proyecto “Fomento a la Reactivación y Producción Agrícola para la Seguridad Alimentaria y Soberanía Alimentaria de El Salvador”.
Para el representante del IICA en El Salvador esta es una iniciativa que va a tener una connotación de impacto ambiental y de sostenibilidad. “Gracias a los estudiantes que participaron en la pasada escuela de lideres tenemos la oportunidad de ir cambiando la forma de ver la agricultura y necesitamos que sea más resiliente, menos contaminante y mucho más rentable”, añadió Quirós.
Esta es una alternativa complementaria para los cultivos y para mejorar las condiciones del suelo mediante el uso de biofertilizantes líquidos que no dañan el medio ambiente.