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Exalumna ENA contribuye con la protección de las tortugas marinas y la conservación del medio ambiente en Usulután

Junto a Jessica Gálvez, agrónoma de la ENA, un grupo de estudiantes de tercer año tuvo un intercambio de experiencias con la Asociación de Desarrollo Comunal Caserío El Tular (ADESCOT), que trabaja para la protección de especies y conservación del medio ambiente en sus comunidades; además, los futuros agrónomos conocieron el funcionamiento de un vivero de tortugas marinas, la importancia de estas especies en los ecosistemas y realizaron la liberación de tortugas golfinas en la playa El Tular, Puerto El Triunfo, en Usulután.

Gracias al apoyo y el financiamiento de organismos y entidades que trabajan en la conservación de la fauna, la ADESCOT ha podido ejecutar durante varios años un proyecto para el funcionamiento del vivero de tortugas marinas; precisamente en este esfuerzo, el trabajo de la exalumna ha sido clave para que la comunidad siga incidiendo en la protección de la especie.

“Trabajar con ellos ha sido muy enriquecedor para mí; este tipo de proyectos representan crecimiento profesional y dan mucha satisfacción como ser humano, porque el impacto es grande para el país, para el planeta. Pienso que los agrónomos graduados de la ENA tenemos muchas oportunidades por aprovechar, por eso les invito a que se sigan preparando académicamente y a que no le apuesten a lo seguro, que se reten a sí mismos”, afirmó Jessica.

Jessica Gálvez es de la promoción 53, por su labor se ha convertido en un ejemplo de perseverancia e inspiración; después de graduarse en el año 2011, ella aprovechó una oportunidad para cursar la Licenciatura en Agronegocios de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA). Gracias a sus credenciales y el excelente desempeño ha trabajado con diversas organizaciones en todo el territorio, pero desde la primera experiencia con la ADESCOT se mantiene apoyándolos en sus tiempos libres, dándoles asesorías y acompañamiento técnico.

En esta comunidad, los habitantes se dedican a diversas actividades económicas que pueden depender de las temporadas y las condiciones climáticas; por ejemplo, la extracción de moluscos, la pesca artesanal, el cultivo de granos básicos para consumo familiar, la crianza de gallinas de traspatio, la comercialización de semilla de marañón y la venta de cocos. Además, como parte de su labor comunitaria, algunos han participado en la reforestación del manglar, garantizando la producción de moluscos en la zona y la protección del ecosistema.

“Agradecemos mucho la visita y el interés por el trabajo que estamos haciendo. Sin los fondos FIAES y el apoyo que tenemos para el vivero no podríamos mantener las labores de recolección de huevos, para que próximamente hagamos la liberación. Ser tortuguero es un trabajo duro, pero lo hacemos porque sabemos que es importante; esto no es solo por el dinero, también es porque con estos trabajos la comunidad tiene grandes beneficios”, Felipe Marquina, director ADESCOT-FIAES.

“Escuchar a la comunidad y ver que una graduada de la ENA forma parte del proyecto es de mucha motivación para nosotros; este es un gran esfuerzo con sentido social y conciencia ambiental. Debemos buscar que en nuestros trabajos hagamos algo por la protección de los recursos. Felicito a la compañera graduada de la ENA y a la comunidad por lo que hacen por nuestro país”, dijo Daniel Ávalos, estudiante de tercer año.

“Es tan inspirador ver a una mujer graduada de la ENA trabajando en la conservación y protección de las tortugas marinas, este es mi primer acercamiento con este tipo de proyectos y me siento dispuesta a trabajar en algo así de importante. Pienso que ella está haciendo una labor muy importante para nuestro medio ambiente, está poniendo sus conocimiento al servicio del medio ambiente y de las comunidades”, aseguró Brenda Aparicio, estudiante de tecer año.

Gracias a la disponibilidad del proyecto, una estudiante de tercer año realizó sus horas ambientales con ADESCORT; se espera que más adelante otros estudiantes tengan la oportunidad de hacer su servicio social o incluso la posibilidad de empleabilidad.

Sobre el vivero de tortugas en la playa El Tular

Las comunidades trabajan con financiamiento concursable del Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador (FIAES) y con el acompañamiento del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN); todos los habitantes se encuentran organizados, cada uno tiene labores asignadas para mantener el vivero de tortugas: los recolectores de huevos, los que reciben los huevos en el vivero, quienes abren nuevos nidos y colocan los huevos, quienes marcan y registran los nidos, quienes monitorean los nidos y quienes organizan la liberación de las tortugas al nacer, entre otros roles. De todo mantienen un registro detallado, pues deben presentar resultados al cooperante.

El porcentaje de sobrevivencia de las tortugas en vivero que manejan en la ADESCOT puede rondar el 85%, pero si el nido se dejara a la intemperie sería del 0%, debido al comercio ilegal de huevos de tortuga y por depredadores naturales.

Según datos que maneja la ADESCOT, de 1,000 tortugas liberadas solo cinco o diez llegan a la adultez. La menta que mantienen por temporada es de 75,000 huevos recolectados, de los cuales suelen ser 74 mil de tortuga golfina y el resto son de prieta y baule.

La reducción del comercio ilegal de huevos es significativo gracias a esta labor que realizan las comunidades, pues los habitantes de los diversos cantones y municipios aledaños se han concientizado sobre la importancia de esta especie marina para nuestro planeta.

Publicado el 08-12-2022.

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